Tuesday, February 20, 2007
FELIPE CALDERON UN DICTADOR
Represión a los medios
Cuando los representantes de los medios se quejan de la represión es que las cosas están que arden.
Es cierto que los periodistas no debemos ser privilegiados del sistema, pero si respetados conforme a derecho y favorecidos para ejercer la profesión e aras de alcanzar los objetivos propuestos para informar a la sociedad a la que servimos.
No hay duda, que si golpean a los periodistas es porque el gobierno
de Calderón está dispuesto a reprimir al resto del pueblo, por encima de las leyes y garantías de cada individuo de esta sociedad.
Las agresiones del Estado Mayor Presidencial contra los representantes
de Reforma y TV Azteca, en el acto de Babe Calderón, no es otra cosa que
una demostración de fuerza militar para terminar de imponer la idea de que estamos frente a un gobierno militar represivo.
Lo grave del asunto es que la gente se está acostumbrando a que le peguen
a los trabajadores, indígenas, APPO, estudiantes, colonos y todos los que
representen un peligro para el México de los militares, encabezados por el mini soldado Calderón, quien no solamente no gobierna, sino que es víctima de su propio equipo de protección, como se vio ayer en la Conferencia Nacional de Gobernadores celebrada en Tlaxcala.
Luis Castillo, fotógrafo de Reforma está en el hospital a consecuencia de
los golpes sufridos cuando cubría su información gráfica para el medio que
representa, sin embargo para los milicos, los periodistas deben obedecer como soldados del sistema castrense que se impuso desde el 1 de diciembre.
Este es sólo el principio de la represión y a menos de 90 días del gobierno
impuesto por el golpe de estado electoral del vaquero Fox, ya tenemos un rosario de violaciones que nos pueden predecir que será el gobierno más
represivo de los últimos 80 años.
Para los milicos y su jefe máximo Felipe Calderón, se trata de una medida
para poner en su lugar a la prensa y mandar un mensaje que no se tolerará
que los periodistas intenten acercarse más de lo debido a la imagen del
nuevo presidente del cambio.
TV Azteca fue agredida y las protestas por ello fueron tibias, para no ofender
al jefe de las fuerzas militares, mientras Televisa se hizo nudos para no llamar la atención sobre este incidente, aunque en el futuro también le puede tocar una probadita de la represión militar orquestada por el mini soldado
de cinco estrellas.
Los que digan que se está viviendo una democracia inédita, al mando de Babe
Calderón, tienen razón y deben seguir de cerca los acontecimientos donde
se ponga a prueba a los milicos para saber que ya no hay duda, que se intenta
mantener 6 años, no de lo mismo que nos ofreció Fox, sino de algo peor y
peligroso para los que menos tienen.
Puede ser que la cultura de la derrota nos haga olvidar que se debe insistir
en luchar por el cambio real y democrático, pero si la represión va a servir como anestesia para mantener al pueblo cedado, entonces tendremos que
aceptar que se requieren muchos médicos que ayuden a resolver el problema de amnesia colectiva que aqueja a la población.
Cuando los representantes de los medios se quejan de la represión es que las cosas están que arden.
Es cierto que los periodistas no debemos ser privilegiados del sistema, pero si respetados conforme a derecho y favorecidos para ejercer la profesión e aras de alcanzar los objetivos propuestos para informar a la sociedad a la que servimos.
No hay duda, que si golpean a los periodistas es porque el gobierno
de Calderón está dispuesto a reprimir al resto del pueblo, por encima de las leyes y garantías de cada individuo de esta sociedad.
Las agresiones del Estado Mayor Presidencial contra los representantes
de Reforma y TV Azteca, en el acto de Babe Calderón, no es otra cosa que
una demostración de fuerza militar para terminar de imponer la idea de que estamos frente a un gobierno militar represivo.
Lo grave del asunto es que la gente se está acostumbrando a que le peguen
a los trabajadores, indígenas, APPO, estudiantes, colonos y todos los que
representen un peligro para el México de los militares, encabezados por el mini soldado Calderón, quien no solamente no gobierna, sino que es víctima de su propio equipo de protección, como se vio ayer en la Conferencia Nacional de Gobernadores celebrada en Tlaxcala.
Luis Castillo, fotógrafo de Reforma está en el hospital a consecuencia de
los golpes sufridos cuando cubría su información gráfica para el medio que
representa, sin embargo para los milicos, los periodistas deben obedecer como soldados del sistema castrense que se impuso desde el 1 de diciembre.
Este es sólo el principio de la represión y a menos de 90 días del gobierno
impuesto por el golpe de estado electoral del vaquero Fox, ya tenemos un rosario de violaciones que nos pueden predecir que será el gobierno más
represivo de los últimos 80 años.
Para los milicos y su jefe máximo Felipe Calderón, se trata de una medida
para poner en su lugar a la prensa y mandar un mensaje que no se tolerará
que los periodistas intenten acercarse más de lo debido a la imagen del
nuevo presidente del cambio.
TV Azteca fue agredida y las protestas por ello fueron tibias, para no ofender
al jefe de las fuerzas militares, mientras Televisa se hizo nudos para no llamar la atención sobre este incidente, aunque en el futuro también le puede tocar una probadita de la represión militar orquestada por el mini soldado
de cinco estrellas.
Los que digan que se está viviendo una democracia inédita, al mando de Babe
Calderón, tienen razón y deben seguir de cerca los acontecimientos donde
se ponga a prueba a los milicos para saber que ya no hay duda, que se intenta
mantener 6 años, no de lo mismo que nos ofreció Fox, sino de algo peor y
peligroso para los que menos tienen.
Puede ser que la cultura de la derrota nos haga olvidar que se debe insistir
en luchar por el cambio real y democrático, pero si la represión va a servir como anestesia para mantener al pueblo cedado, entonces tendremos que
aceptar que se requieren muchos médicos que ayuden a resolver el problema de amnesia colectiva que aqueja a la población.
