Thursday, September 22, 2005
La sobrexplotacion obrera en Mèxico parte 2
Sobrexplotaciòn obrera los contratos de "proteciòn" parte 2
Corrupciòn extrema del sistema laboral mexicano
Veritas Odium Parid
Locuciòn latina que significa la verdad engendra odio
Aquellas ramas de la producción, industriales y de servicios, que habían estado al margen de este tipo de sindicalismo de “protección”, incluso el mismo sindicalismo conciliador y el charrismo tradicional, que ejercen vida sindical para un mejor control, pero que de cualquier manera están al servicio de los intereses patronales, hoy también están en la mira. Como ejemplo tenemos al IMSS, GDF, PEMEX, CFE y la industria minera. En el IMSS, con las modificaciones al Régimen de Jubilaciones y Pensiones se establece el contratismo con empresas prestadoras de servicios, de limpieza, seguridad, enfermeras, etc., todas ellas con Contratos Colectivos de “protección” (en los hechos ya existen concesiones a empresas privadas contratistas), esto en la práctica hace disminuir la plantilla de trabajadores afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social y por lo tanto de aquellos trabajadores del IMSS con ciertos derechos. De igual forma sucede en el Gobierno del Distrito Federal, PEMEX y CFE con las concesiones a empresas privadas y lo mismo viene sucediendo en la Industria Minera, véase el caso de SICARTSA, donde existe la complicidad del charro sindical Napoleón Gómez Urrutia -de la familia Garza Sada y precursores del Sindicalismo Blanco en Monterrey con la conformación de la Federación de Sindicatos “Independientes”- para desarticular la Sección 271 del sindicato minero, con la formación de empresas paralelas y contratistas dentro de la misma empresa y aparentemente sin organización sindical. Esto mismo viene sucediendo en la gran mayoría de las universidades públicas y aunque los ejemplos tienen algunas variantes, se trata básicamente de lo mismo: la desarticulación de las organizaciones sindicales tradicionales y en su lugar impulsar la simulación sindical para en la práctica pisotear los derechos obreros. Este es el fondo de la Reforma Laboral, y para lograr impulsarla, el estado no necesita que el Congreso de la Unión la apruebe. En los hechos y en la misma práctica, gracias al sindicalismo corporativo, amarillo, blanco, charro, de protección, conciliador, reformista, etc., que se han encargado de una u otra forma, con su complicidad o con su silencio, de desarticular los movimientos obrero-sindicales, es que en México la flexibilidad laboral, la polivalencia y los nulos derechos avanzan. Esto ha significado que en México, la inmensa mayoría de los asalariados cuenten con unos de los más bajos salarios del mundo, símbolo, en palabras de la burguesía, de “competitividad” para con los demás países subdesarrollados, ”inversión de capitales”, progreso económico y un largo etcétera, detrás de cuyas palabras se esconde la protección desde el mismo poder, a personajes oscuros como Ramón Gamez Martínez y a los charros tradicionales que se han enriquecido gracias a la simulación sindical y la venta de los derechos obreros a la patronal.Hay quienes pretenden “arreglar” el problema y acabar con el llamado corporativismo y toda la cadena de corrupción ya señalada, planteando una reforma laboral “progresista”. Sin embargo, en el fondo plantean cambios a nombre de otros, tutelando el derecho de los trabajadores a la organización y movilización. Es decir, los cambios aún y siendo “progresistas” buscan amortiguar la posibilidad de conflictos sociales, sustituyendo ellos el papel que le toca jugar a la clase obrera y los trabajadores. Por lo tanto, el factor principal para cambiar y revertir este proceso que se ha venido dando en detrimento del salario, las prestaciones y demás derechos laborales, es creando en la clase obrera, principalmente de los sectores y ramas de la producción estratégicas, la conciencia de clase del papel histórico que le toca jugar en estos momentos de ofensiva capitalista, entendiendo que los cambios sociales que el proletariado requiere, no podrán venir de nuevas leyes impuestas por quienes están comprometidos hasta los huesos y se han beneficiado de este sistema, basado en la esclavitud asalariada y la explotación del hombre por el hombre, sino por su propia organización y lucha de emancipación.
Corrupciòn extrema del sistema laboral mexicano
Veritas Odium Parid
Locuciòn latina que significa la verdad engendra odio
Aquellas ramas de la producción, industriales y de servicios, que habían estado al margen de este tipo de sindicalismo de “protección”, incluso el mismo sindicalismo conciliador y el charrismo tradicional, que ejercen vida sindical para un mejor control, pero que de cualquier manera están al servicio de los intereses patronales, hoy también están en la mira. Como ejemplo tenemos al IMSS, GDF, PEMEX, CFE y la industria minera. En el IMSS, con las modificaciones al Régimen de Jubilaciones y Pensiones se establece el contratismo con empresas prestadoras de servicios, de limpieza, seguridad, enfermeras, etc., todas ellas con Contratos Colectivos de “protección” (en los hechos ya existen concesiones a empresas privadas contratistas), esto en la práctica hace disminuir la plantilla de trabajadores afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social y por lo tanto de aquellos trabajadores del IMSS con ciertos derechos. De igual forma sucede en el Gobierno del Distrito Federal, PEMEX y CFE con las concesiones a empresas privadas y lo mismo viene sucediendo en la Industria Minera, véase el caso de SICARTSA, donde existe la complicidad del charro sindical Napoleón Gómez Urrutia -de la familia Garza Sada y precursores del Sindicalismo Blanco en Monterrey con la conformación de la Federación de Sindicatos “Independientes”- para desarticular la Sección 271 del sindicato minero, con la formación de empresas paralelas y contratistas dentro de la misma empresa y aparentemente sin organización sindical. Esto mismo viene sucediendo en la gran mayoría de las universidades públicas y aunque los ejemplos tienen algunas variantes, se trata básicamente de lo mismo: la desarticulación de las organizaciones sindicales tradicionales y en su lugar impulsar la simulación sindical para en la práctica pisotear los derechos obreros. Este es el fondo de la Reforma Laboral, y para lograr impulsarla, el estado no necesita que el Congreso de la Unión la apruebe. En los hechos y en la misma práctica, gracias al sindicalismo corporativo, amarillo, blanco, charro, de protección, conciliador, reformista, etc., que se han encargado de una u otra forma, con su complicidad o con su silencio, de desarticular los movimientos obrero-sindicales, es que en México la flexibilidad laboral, la polivalencia y los nulos derechos avanzan. Esto ha significado que en México, la inmensa mayoría de los asalariados cuenten con unos de los más bajos salarios del mundo, símbolo, en palabras de la burguesía, de “competitividad” para con los demás países subdesarrollados, ”inversión de capitales”, progreso económico y un largo etcétera, detrás de cuyas palabras se esconde la protección desde el mismo poder, a personajes oscuros como Ramón Gamez Martínez y a los charros tradicionales que se han enriquecido gracias a la simulación sindical y la venta de los derechos obreros a la patronal.Hay quienes pretenden “arreglar” el problema y acabar con el llamado corporativismo y toda la cadena de corrupción ya señalada, planteando una reforma laboral “progresista”. Sin embargo, en el fondo plantean cambios a nombre de otros, tutelando el derecho de los trabajadores a la organización y movilización. Es decir, los cambios aún y siendo “progresistas” buscan amortiguar la posibilidad de conflictos sociales, sustituyendo ellos el papel que le toca jugar a la clase obrera y los trabajadores. Por lo tanto, el factor principal para cambiar y revertir este proceso que se ha venido dando en detrimento del salario, las prestaciones y demás derechos laborales, es creando en la clase obrera, principalmente de los sectores y ramas de la producción estratégicas, la conciencia de clase del papel histórico que le toca jugar en estos momentos de ofensiva capitalista, entendiendo que los cambios sociales que el proletariado requiere, no podrán venir de nuevas leyes impuestas por quienes están comprometidos hasta los huesos y se han beneficiado de este sistema, basado en la esclavitud asalariada y la explotación del hombre por el hombre, sino por su propia organización y lucha de emancipación.
# posted by DRAGUNOV @ 7:30 AM 
