Saturday, June 10, 2006

 

El boomerang politico

Al principio, al PAN la estrategia le funcionó. Tal vez mucho más de lo que en su momento imaginaron. Hoy la guerra sucia se le revierte de manera por demás contundente y puede convertirse en el tiro de gracia para el panismo nacional en esta contienda política. Y es que la apuesta fue por demás riesgosa. Basar una estrategia de captación de votos centrándose exclusivamente en ataques mediáticos, descalificaciones banales y medias verdades, puede ser un auténtico suicidio político si quien la lleva a cabo no está completamente libre de culpa. Y en la política mexicana ¿quién está realmente así? ¿Quién puede venderse hoy como limpio e impoluto? En Acción Nacional no midieron que esta guerra sucia tarde o temprano se iba a convertir en un boomerang, que si bien al principio cumplió con su objetivo de golpear políticamente a su adversario, en esta recta final de las campañas se le revierte y le genera un impacto mediático de la misma o mayor intensidad, pero en sentido contrario. El caso más evidente lo vemos en la campaña presidencial. Mientras los azules festinaban el impacto que había generado entre los electores la agresiva campaña en contra de Andrés Manuel López Obrador en donde se le calificaba como "un peligro para México", en el equipo de asesores del candidato esperaban los tiempos idóneos para que, con las mismas reglas del juego, dar un golpe mediático final que se quedara grabado en el imaginario colectivo de los potenciales votantes antes de que inicie el impasse en el que caerán las campañas con el inicio del mundial de fútbol. La respuesta del candidato de la izquierda fue implacable no sólo por la medición exacta de los tiempos sino por el tema elegido para la guerra y el aprovechamiento del foro mediático que representó el debate entre candidatos. Mostrar ante la opinión pública que Calderón no es -como lo ha vendido toda la campaña- el candidato de las manos limpias y sugerir a través de spots que él es el que ha mentido de manera sistemática en el transcurso de la campaña puede ser la diferencia entre ganar o perder una elección que parece perfilarse hacia un final de fotografía. El venderle a los electores que el candidato panista repite esquemas de corrupción oficial en teoría superados al favorecer a las empresas de su cuñado durante su desempeño como Secretario de Estado ha ocasionado un auténtico sisma al interior de la campaña de Calderón. Por eso la respuesta furibunda. Por eso las amenazas de venganza. Por eso el nerviosismo. Por eso las explicaciones poco convincentes. Muchos que pensaban votar por Calderon no saben que hacer si votar o no y como. Jamàs votarian por el PRI o PRD lo haran por el Dr Simi.Los partidarios del PRD se sienten entusiasmados y con fe en el triunfo.Los del PRI sin pena ni gloria los madrazos entre PAN y PRD los tienen aburridos tanto como su candidato de bostezo.

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