El Observador Socialista

parrafo extraido una carta que enviara un Jefe piel Roja en Seattle al entonces presidente de los U.S.A. (1864) ante la propuesta de este ultimo en comprarles sus tierras y enviarlos a una "preciosa reservacion":

¿Como se puede comprar el cielo o el calor de la tierra? esa es para nosotros una idea extravagante, Si nadie pude poseer la frescura del viento, ni el fulgor del agua, ¿Como es que ustedes pretenden comprarlos? Mi pueblo considera que cada elemento de este territorio es sagrado, cada pino brillante que esta naciendo, cada grano de arena en las playas de los rios, los arroyos, cada gota de rocio, entre las sombras de los bosques, cada colina y hasta el sonido de los insectos, cosn cosas sagradas para la mentalidad y las tradiciones de nuestro pueblo.
La savia circula por dentro de los arboles llevando consigo la memoria de los Pieles Rojas. Los caras palidas olvidan a su nacion cuando mueren y emprenden el viaje a las estrellas. No sucede igual con nuestros muertos, nunca olvidan a nuestra tierra madre. Nosotros somos parte de la tierra y la tierra es parte de nosotros. Las flores que aroman el aire son nuestras hermanas. El venado, e caballo y el aguila tambien son nuestros hermanos. Los desfiladeros, los desfiladeros, los pastizales humedos. el calor del cuerpo del caballo o del nuestro, forman un todo unico.
Para los Pieles Rojas el aire es un valor incalculable, ya que todos los seres compartimos el mismo aliento, todos: los arboles, los animales, los hombres, Los caras palidas no tienen conciencia del aire que respiran, son moribundos insensibles a lo pestilente.
Si les vendieramos las tierras ustedes deben tratar a los animales como hermanos. Yo he visto a miles de bufalos en descomposicion en los campos. Los caras palidas matan bufals con sus trenes y ahi los dejan. No entiendo como le conceden mas valor a una maquina humeante que a un bufalo.
Si todos los animales fueran exterminados el hombre pereceria entre una enorme anciedad espiritual. El destino de los animales es el mism que el de los hombres. Todo se armoniza. Ustedes tienen que enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan contiene las cenizas de nuestros ancestros. Que la tierra debe ser respetada. Enseñen a sus hijos lo que los nuestros ya saben, que la tierra es nuestra madre. Lo que la tierra padezca sera padecido por sus hijos. Nosotros estamos seguros que la tierra no es del hombre, si no que el hombre es de la tierra. Nosotros lo sabemos, todo se armoniza, como la sangre que emparenta a los hombres. Todo se armoniza.